Sistemas de aerotermia

Gracias a la aerotermia podemos cubrir con un mismo equipo la calefacción, el aire acondicionado y la generación de agua caliente sanitaria (ACS). ¡Todo en uno!

La instalación de aerotermia es sencilla y se puede llevar a cabo en casi todas las viviendas. Ahora bien, el mayor condicionante no es técnico, sino de espacio: los equipos de aerotermia suelen estar formados por una unidad exterior similar en tamaño a una máquina de aire acondicionado y por otra unidad en el interior de la vivienda, que puede ser del tamaño de una lavadora (si solo se usa la aerotermia solo como climatizador) o del tamaño de un frigorífico, si se quiere también usar la instalación para ACS.

Depende de con qué la comparemos: frente a una caldera de gas la diferencia es menos apreciable que frente a una caldera de gasóleo o de gas propano. En todo caso, la amortización de la inversión se sitúa entre 3 y 5 años.

La aerotermia en sí se puede considerar como una energía renovable. Sin embargo, los equipos de aerotermia necesitan una fuente de energía para poder funcionar. Esta energía puede obtenerse de una fuente también renovable (como por ejemplo unos paneles solares) o directamente de la red eléctrica. En cualquier caso, los generadores aerotérmicos precisan de mucha menos energía (aproximadamente un tercio) de la que son capaces de producir, por lo que son una manera sostenible de consumo.

Totalmente segura. Mucho más que las tradicionales calderas de gas que usamos para calefacción y agua caliente, que requieren estrictas revisiones periódicas.